¿Qué Haremos con Jesús?»
El Significado de la Cruz (Mateo 27:22)
¿Por qué Jesús fue crucificado? No fue por locura ni revolución, tampoco por delito alguno. Su vida estuvo marcada por el amor y la redención. Entonces, ¿por qué la crucifixión?
Cuando la multitud clamó por su crucifixión, se cumplió un plan divino: Jesús, el justo, daría su vida por los injustos, una forma de salvar al pecador.
El hombre, caído en pecado, enfrentaba la condena a la muerte, tanto física como espiritual. Pero Jesús, en un acto supremo de amor, dejó la gloria celestial para cargar con la muerte merecida por la humanidad.
El amor de Dios, demostrado en la cruz, supera nuestra comprensión. ¿Por qué entonces cargar con la culpa o dudar de la felicidad? El perdón ya ha sido otorgado; solo falta decidir qué haremos con Cristo.
Pilato preguntó al pueblo qué hacer con Jesús. Sin embargo, la respuesta no puede darse por otros. ¿Qué haremos con su sacrificio? ¿Valoraremos su muerte por nosotros?
Es común evadir esta responsabilidad espiritual, pero solo tú puedes decidir. Jesús ocupó tu lugar en la cruz para que no delegaras tu responsabilidad. La respuesta es tuya, y de ella depende tu destino eterno.
Hoy es un nuevo día para decidir. A pesar de las sombras y tormentas, es un día de elección. Decidir es vivir o morir; la decisión está en qué haremos con el sacrificio de Jesús en el Calvario.
Recordemos siempre las palabras de Pilato: «¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea crucificado!»