La Importancia de la Honestidad en la Vida Cristiana
En un mundo donde la honestidad es cada vez más rara, los cristianos están llamados a ser diferentes. La palabra dice:
La Honestidad: Un Valor Escaso pero Esencial
La realidad es que el interés propio y el egoísmo son evidentes en las relaciones interpersonales desde la niñez. Si no estamos siempre atentos, estaremos tentados a hacer todo lo posible para obtener ventaja, engañar o aprovechar la situación. Pero tal comportamiento no debería ser una opción para los hijos de Dios.
La Honestidad Frente a la Sociedad
La ganancia injusta no viene de Dios. Cristo nos llama a ser sal y luz en una sociedad corrupta y llena de fraude. Paga el precio de ser correcto, preciso y honesto. Recuerda que todo el dinero del mundo no alcanza para corromper al Juez del Universo. Dios es completamente justo y espera la misma actitud de su pueblo.
Proverbios 11:4-5 nos recuerda que la riqueza puede liberar a una persona del castigo en un tribunal civil, pero solo la justicia puede liberar a los pecadores de la justicia eterna.
Cómo Practicar la Honestidad Diariamente
1. Ora por Honestidad
Ora y pide a Dios que te ayude a ser más honesto, justo y correcto en todo lo que haces. La honestidad significa hacer lo correcto tanto cuando estás frente a la gente como cuando estás solo. Proverbios 15:3 y Hebreos 4:13 nos recuerdan que los ojos de Dios están en todas partes.
2. Sé un Ejemplo de Honestidad
Sé el mejor ejemplo de honestidad para tus familiares y amigos. Enseña los valores de esta virtud a niños y adultos. Algunas prácticas incluyen:
- No tomar cosas que no te pertenecen.
- Mantener tu palabra.
- No endeudarte si no puedes pagar.
- Devolver lo que pediste prestado.
- Decir la verdad.
- No asociarte con gente deshonesta.
- Admitir tus errores y pedir perdón.
3. Inculca la Honestidad en los Demás
Haz que sea una práctica enseñar la honestidad a quienes te rodean. La honestidad, la verdad y la fiabilidad son valores innegables. ¡No lo pienses más, haz lo correcto!
Oración por Honestidad
Señor, Dios mío, vivimos en un mundo muy proclive al mal. Ayúdame a ser diferente. Perdona mis defectos y guíame cuando peco. Que no me moldee según el modelo “normal” de la mayoría, sino que sea transformado por Tu Palabra. Purifica mis pensamientos y acciones. Enséñame a ser más como Jesús y a defender Tus valores a cualquier precio. En el nombre de Jesús, amén.
Conclusión
La honestidad es una virtud esencial para los cristianos. Al practicar la honestidad y enseñar su valor, no solo agradamos a Dios, sino que también nos convertimos en ejemplos de integridad en un mundo necesitado de verdad y justicia.
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