Buscando Refugio en Dios en Tiempos de Pruebas
Devocional
Texto Bíblico:
«Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso» (Mateo 11:28, NVI).
Reflexión:
En la vida, nos enfrentamos constantemente a desafíos que parecen no tener fin. Ya sean enfermedades, preocupaciones por nuestras necesidades básicas, problemas del alma o ataques emocionales y espirituales, es fácil sentirse abrumado. Ante estas pruebas, la humanidad suele buscar soluciones temporales o intentar resistir por sí misma. Sin embargo, ¿acaso no tenemos razones más que suficientes para volver nuestros corazones a Dios en oración y súplica?
Jesús nos hace un llamado claro: «Vengan a mí». Él ofrece descanso a aquellos que llevan cargas pesadas, invitándonos a dejar en sus manos nuestras preocupaciones. Pero ¿cuántas veces intentamos resolver todo por nosotros mismos? Olvidamos que Dios es nuestro refugio y fuerza en tiempos de tribulación.
El salmista lo expresó de manera poderosa en el Salmo 46:1:
«Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.»
Esta promesa nos recuerda que no importa cuán oscuros sean los tiempos, Dios siempre está dispuesto a ayudarnos si acudimos a Él con humildad y fe.
Ejemplo en la Biblia:
Una historia que ilustra esta verdad es la de el rey Ezequías (2 Reyes 19). Cuando el poderoso rey asirio Senaquerib amenazó con destruir Jerusalén, Ezequías no recurrió a sus propios recursos ni buscó alianzas humanas para enfrentar el ataque. En cambio, llevó la carta de amenaza directamente al templo y la presentó ante Dios en oración. En respuesta, Dios no solo lo escuchó, sino que lo liberó de manera milagrosa, derrotando al ejército asirio sin que Israel tuviera que levantar una espada.
Esto nos muestra que, cuando enfrentamos situaciones que parecen imposibles de resolver, lo primero que debemos hacer es buscar a Dios en oración. Él tiene el poder de cambiar las circunstancias, dar consuelo y guiarnos por el camino correcto.
Aplicación:
Ora diariamente: No esperes a que los problemas sean insuperables. Haz de la oración tu refugio constante.
Confía en Su Palabra: Lee la Biblia y llena tu mente de promesas que fortalezcan tu fe.
Entrega tus cargas: Como Ezequías, presenta tus problemas ante Dios. Él tiene el control de todo.